LA SONRISA DE
ONETTI por Daniel Abelenda Bonnet
“Puede que no escriba muy bien, pero escribo sobre mí mismo” (Onetti)
-
Ah sí, el periodista, pase por favor – la voz era de
Dolly, la esposa de Juan Carlos Onetti, que sonaba con acento rioplatense a través
del altavoz. Era la portería de un moderno edifico de apartamentos sobre la Avenida América, un elegante barrio de Madrid, donde la pareja vivía desde 1975.
- Gracias, dije, y apreté el interruptor.. Me temblaban
las piernas: ¡por fin conocería al Maestro!.
España había acogido generosamente al escritor,
y en 1980 le había concedido el PREMIO CERVANTES. Con el dinero del premio, habían comprado aquel apartamento. Al final de su vida, a Onetti le llegaba su cuota de fama.
Y como suele suceder en estos casos, pasa de ser
un escritor de élite – que vendía muy poco y rara vez era noticia en los medios- a ser: “el mayor escritor del Uruguay y uno de los más importantes de toda América Latina.” ¡Vaya salto!
En realidad, había sido un largo camino. Corrían los últimos días de 1939 cuando su amigo, el
poeta Juan Cunha, le editara en su pequeña imprenta, los 300 ejemplares en rústica de “El Pozo” (casi todos quedaron
juntando polvo en un sótano de la Ciudad Vieja). Aquel
aullido del protagonista de la novela (apenas 60 páginas), cercado por la soledad,
la angustia y el hambre –más existencial que real- fue lanzado como una
botella al mar. Pero no hubo eco, no hubo crítica- ni buena ni mala...
Es que aquel Montevideo-oficina-con-vista-al-mar y el Uruguay de las vacas gordas, no quería
saber nada con un joven (Onetti tenía 30 años) portador de una prosa punzante como un cuchillo y un descarnado escepticismo,
apenas atenuado con gotas de un humor cáustico. Sus personajes eran criaturas grises, desamparadas, signadas por el fracaso,
que caminaban por la cornisa del suicidio. Sólo algunos como su admirado Roberto Arlt, -Onetti vivió después en Buenos Aires-
reconocieron en que aquel tipo flaco de lentes y gesto parco, a un gran escritor. Los
“treinta y tres gauchos” quedaban atrás; ya era tiempo de hablar de nosotros, de nuestros propios gozos y sombras.
A fines de los 50, hay un regreso sin gloria a Montevideo, “más que nada por pedido de
los amigos” - como me confesara- para dirigir las páginas literarias de ACCION y
MARCHA.
Además, claro, siguió escribiendo. Dolly le pasaba la despareja caligrafía de sus cuadernos en
una máquina de escribir, con permiso de su jefe... La vida parecía estabilizarse,
pero la dictadura lo detiene y lo encarcela varios meses (¡a él, que jamás se había involucrado en política!). Cuando lo liberan,
Onetti está al borde del colapso mental. Entonces llega una providencial invitación
de ITALIA y no lo piensan dos veces: toman el avión y se instalan definitivamente en Europa..
- Adelante, joven- me recibió la esposa, mirándome
con sus vivaces ojos celestes. ¿Quiere un café? – Acepté, y ella se dirigió a la cocina. Eché una mirada al living.
Había una biblioteca y un constructivo en tonos ocres de Torres García. También se veía un atril y un estuche –seguramente
con el violín de Dolly. Escuché ruido de papeles y una voz masculina que refunfuñaba
desde el dormitorio. Terminé mi café y revisé las pilas del grabador.
- Puede pasar, dijo ella, Juan acaba de despertarse
de su siesta. Tuvo suerte, hoy está de buen humor, pero no lo canse, no se siente
bien últimamente, ¿sabe?.
Siguió una conversación increíble, con aquel hombre viejo y sabio, que casi no salía de su cama, y pasaba
el día leyendo novelas policiales, fumando varias cajillas y bebiendo whisky como si tuviera 20 años. No tenía vida pública
y concedía muy contados reportajes.
Le confesé que yo también escribía ficción, aunque sin mucho éxito. “Vos seguí escribiendo, que no
te importe ni el público, ni los críticos, ni nada”, dijo, y creí advertir un tono amistoso, casi paternal en su voz
cascada. “Sólo escribí”, insistió, y sus ojos oscuros adquirieron un extraño brillo, un fuego que se avivaba dentro
de aquel cuerpo vencido.
Le pregunté que estaba haciendo ahora: “Una novelita,
para variar; se llamará: “Cuando ya no importe”. El título me sonó a despedida, así que cambié de tema. Noté que empezaba a respirar con dificultad; estaba
fatigado. Entonces le disparé a quemarropa la pregunta que tenía atragantada desde mi salida de Montevideo: ¿NO PIENSA VOLVER?.
El Viejo se encogió de hombros, cerró un instante los ojos y esbozó una extraña, amarga sonrisa.
De hecho, es la única sonrisa que se ha visto jamás en alguna de sus fotos.

DANIEL
ABELENDA BONNET
Salto, Uruguay,
1962. Es docente universitario, periodista y escritor. Desde 1970 vive en Colonia. Se inició muy joven (1977) en el periodismo escrito de ese departamento. Fue
corresponsal de “La Mañana y El Diario.”. Actualmente es columnista de “Prensa Rosarina”,
la revista “La Voz de la Arena” y “Revista Internacional Abrace”. Ha publicado “Historia de Tarariras”
(Ed. La imprenta, Rosario, 2000) y “Hombres de acción” (id. ant., 2003).
En ficción ha escrito
dos volúmenes de cuentos, algunos de los cuales han sido publicado por Editorial de los Cuatro Vientos (Buenos Aires, “Nueva
Literatura Argentina ”) y Bianchi Editores (“Cuentogotas VI y VII”), ambos en 2006. Fue Finalista del certamen de Narrativa de la IMM
con “Manodepiedra y otros cuentos” (2004); tiene dos novelas inéditas: “La pista Mengele” y “Secretos
de Estado”, esta última, ganadora de una Mención en el Concurso Anual de Literatura del MEC, edición 2003.
Además, escribió una
novela de aprendizaje en idioma inglés (“Cleveland”, 2005) ; en poesía: “Ciertas Canciones” (2006) y “Las peras del Olmo” (2007).
Actualmente, prepara la edición de una nouvelle “La gran final”, que publicara por entregas la Revista “LA Voz
de la Arena” de Montevideo.
A)
MEDIOS EN LOS QUE HA ESCRITO O ESCRIBE.
- Periódico “Helvecia”
(N. Helvecia)
- “Pipeline”,
Acton, Massachussets (EE.UU.)
- La Mañana y El Diario (Montevideo)
- Prensa Rosarina (Rosario,
Colonia).
- Revista Histórica Vértice
(N. Palmira).
- Mensuario “La Voz de la Arena”
(J.L. Lacaze)
- Revista Cultural Internacional
“ABRACE” (Montevideo-Brasilia).
B)
LIBROS Y PUBLICACIONES
- “Parlamento y Medios de Comunicación
“ (FCS-Fund. Pax, Mteo., 1995).
- “Historia de Tarariras y su región”
(La Imprenta, Rosario, 2000).
- “Hombres de acción –anecdotario
político-“ (La Imprenta, Rosario, 2003).
- “Cuentogotas VII”: cuentos (Ed.
Abrace, Montevideo, 2005)
- “Nueva Literatura Argentina” (Ed.
De los Cuatro Vientos, Bs. As, 2006).
- “Pamperos y Alisios”: cuentos (Ed.
Abrace, Montevideo, 2007).
- “La gran final”, nouvelle, publicada
por entregas en Revista La Voz de la Arena durante 2007.
- “Postales” (relatos hiper-breves)
en página de la Red de Esctirores de Colonia, 2008.
C)
PREMIOS Y DISTINCIONES.
- Mención Especial en los
Premios Anuales de Literatura del M.E.C. (Mteo., 2003), por la novela “Secretos de Estado”.
- Finalista del Concurso de
Narrativa de la I.M.M. (Montevideo, 2004), por “Manodepiedra
y otros cuentos.”
- Jurado del 2º.Concurso de Cuentos y Poesía de la Casa
de la Cultura de Rosario, Colonia (2006)
- 2º.Premio Concurso de Ensayo
Periodístico organizado por Emb. EE.UU.-OPI-ARI (Montevideo, 2006).
- 1er. Premio Concurso Nacional
de Cuentos de Revista “La voz de la arena” (Montevideo, 2006).
- Corresponsal para Colonia
del Movimiento Internacional “ABRACE”.
- Socio fundador de la Red de Escritores de Colonia.
D) TIENE INÉDITOS dos volúmenes de poesía y una novela en inglés.
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